Parece una final, y en cierto modo lo es: el equipo que sobreviva al Barcelona-Inter de mañana llegará al partido decisivo de la Liga de Campeones convencido de que el título es suyo.
“Que los jugadores del Inter odien la profesión de futbolista durante 90 minutos”: ésa es la receta de Gerard Piqué, central del Barcelona, para remontar la derrota de 3-1 en San Siro. El entrenador del Inter, José Mourinho, fue irónico y audaz hoy a la hora de responderle y desestabilizar al rival.
“Ellos alcanzaron el sueño de ganar la final en Roma, en París”, dijo el entrenador del Inter sobre el Barcelona. “Pero ahora no tienen un sueño, tienen una obsesión, que se llama Madrid y Santiago Bernabéu”.
Y las obsesiones, añadió, no son “puras”. Un Mourinho al cien por ciento de cara a una noche de múltiples duelos en el Camp Nou, en el que no quedará libre ni una sola de sus más de 98.000 butacas. Será Mourinho contra Josep Guardiola, Samuel Eto’o frente a Zlatan Ibrahimovic, el delantero Diego Milito versus su hermano, el defensa Gabriel Milito.
Pero el principal duelo, el gran contraste, estará en qué forma de entender el fútbol se impondrá en la noche casi veraniega del Camp Nou: ¿el ofensivo, veloz, asociado y preciosista del Barcelona o el destructor y de contraataque del Inter?
“Con todos los respetos, no importa el Inter, no importa el entrenador ni sus jugadores. Importamos nosotros”, dijo Guardiola, que espera que su Barça no sucumba a la doble presión que implica el partido de mañana.
Está, por un lado, la presión que le impone al equipo toda una ciudad desesperada por ver a los suyos en la final de Madrid. Y está la presión del Inter, que en el partido de ida confirmó, una vez más, que el fútbol consiste, sobre todo, en meter más goles que el rival.
“Que los jugadores del Inter odien la profesión de futbolista durante 90 minutos”: ésa es la receta de Gerard Piqué, central del Barcelona, para remontar la derrota de 3-1 en San Siro. El entrenador del Inter, José Mourinho, fue irónico y audaz hoy a la hora de responderle y desestabilizar al rival.
“Ellos alcanzaron el sueño de ganar la final en Roma, en París”, dijo el entrenador del Inter sobre el Barcelona. “Pero ahora no tienen un sueño, tienen una obsesión, que se llama Madrid y Santiago Bernabéu”.
Y las obsesiones, añadió, no son “puras”. Un Mourinho al cien por ciento de cara a una noche de múltiples duelos en el Camp Nou, en el que no quedará libre ni una sola de sus más de 98.000 butacas. Será Mourinho contra Josep Guardiola, Samuel Eto’o frente a Zlatan Ibrahimovic, el delantero Diego Milito versus su hermano, el defensa Gabriel Milito.
Pero el principal duelo, el gran contraste, estará en qué forma de entender el fútbol se impondrá en la noche casi veraniega del Camp Nou: ¿el ofensivo, veloz, asociado y preciosista del Barcelona o el destructor y de contraataque del Inter?
“Con todos los respetos, no importa el Inter, no importa el entrenador ni sus jugadores. Importamos nosotros”, dijo Guardiola, que espera que su Barça no sucumba a la doble presión que implica el partido de mañana.
Está, por un lado, la presión que le impone al equipo toda una ciudad desesperada por ver a los suyos en la final de Madrid. Y está la presión del Inter, que en el partido de ida confirmó, una vez más, que el fútbol consiste, sobre todo, en meter más goles que el rival.
VIA: Noticias 24
0 comentarios:
Publicar un comentario